El «oppidium»de Hornachuelos es un enclave arqueológico situado en el término municipal de Ribera del Fresno (Badajoz).
Aunque fue citado ya en la bibliografía de finales del siglo XIX a raíz del hallazgo de una lápida romana, ha sido la investigación dirigida entre 1986 y 1997 por el Dr. Alonso Rodríguez Díaz (Universidad de Extremadura) la que, por el momento, ha aportado un mejor conocimiento del sitio.
En 2002, en el marco del Proyecto «Alba Plata» de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura, el yacimiento se ha hecho visitable y posee un Centro de Interpretación en la Casa de la Cultura de Ribera de Fresno.
Historia del yacimiento
Una vez iniciada la primera campaña de excavación y tras una valoración del territorio, se decide prolongar los trabajos en los años sucesivos siendo esta acción continuada hasta 1997.
Las sucesivas excavaciones han demostrado que Hornachuelos estuvo poblado en el 2.000-1.800 a.C. siendo un tipo de poblado propio de la Cuenca Media del Guadiana (si queréis descubrir más sobre otro sitio arqueológico de edad prehistórica te aconsejo leer este artículo sobre Huerta Montero).
Así lo constata la existencia de su estructura tratándose de un lugar fortificado acotado por una o dos líneas de muralla con bastiones semicirculares evidenciándose en su interior cabañas, principalmente, de planta oval.
Esta primera ocupación concluyó con un incendio que provocó el abandono del poblado.

Pero los trabajos arqueológicos demuestran que el mayor esplendor de Hornachuelos se produce casi 2000 años después, entre mediados del siglo II a.C. – y finales del siglo I d.C., etapa de tránsito entre las culturas prerromanas y la Romanización de la Beturia; alcanzando el poblado aproximadamente 5 hectáreas de superficie.
Las evidencias encontradas demuestran una organización más compleja aprovechando al máximo el espacio, en donde las viviendas se diferencian entre sí en cuanto a tamaño y número de habitaciones utilizándose bien para tareas domésticas, almacenaje o descanso.
Además, estas casas se encuentran separadas por calles trazadas en sentido longitudinal del cerro.
En cuanto a las actividades económicas también son visibles las mejoras y avances producidos. Se basa en la agricultura de secano, la ganadería extensiva y la caza.
Dado el avance en el tiempo con respecto a la fase anterior, también un factor principal en la economía fue el control y explotación de las galenas argentíferas de la Sierra de Hornachos.

El yacimiento
Hornachuelos es una estratégica elevación que domina el valle del Matachel. Entre mediados del siglo II a.C. y finales del siglo I d.C. se localizó en ese lugar uno de los «oppida» o ciudad fortificada de la Beturia, nombre que los autores clásicos dieron al territorio comprendido entre el Guadiana y Sierra Morena. Es probable que Hornachuelos correspondiera a Fornacis, «oppidum» citado por Ptolomeo.
En la parte superior del cerro a 471m de altitud encontramos el centro del «oppidium» donde la investigación arqueológica nos hace distinguir claramente las calles y viviendas. Esta zona está compuesta por casas adosadas distribuidas en manzanas cruzadas por calles de unos 3-4 metros de anchura. Las viviendas eran de construcción muy básica con zócalos de piedra y paredes de adobe. Las hay de muy diversos tamaños y distribución, algunas con hasta tres habitaciones, pero habitualmente de una o dos estancias.



Entre las estructuras más espectaculares de Hornachuelos se encuentra una cisterna o aljibe excavado en la roca. Sus dimensiones son 28 m de longitud, 10 m de anchura y 2 m de profundidad media.
Este aljibe debió formar parte de un sistema de recogida de agua, del que tan solo son visibles los canales tallados en sus ángulos y en sus lados mayores.
En el recinto superior puede verse otro aljibe más pequeño aunque más profundo.



En la parte más baja del cerro se descubrieron una serie de túmulos y enterramientos que nos hacen situar en este lugar la necrópolis del oppidum.
La investigación arqueológica nos informa del uso de la cremación como práctica de sepultura y nos ayuda conjuntamente a los utensilios encontrados a datar la necrópolis entre el siglo II a.C.y el siglo I d.C.
Después de la cremación los cuerpos eran enterrados en hoyos alrededor de los túmulos, que servirían de monumento funerario y que podían ser de planta rectangular o circular.
También en las proximidades se han descubierto algunas tumbas independientes, seguramente de la etapa final del oppidum, ya definitivamente romanizado (para saber más sobre los romanos en Extremadura lee también El parque arqueológico de Medellín).



Impresiones personales
El Yacimiento es de acceso libre a través de una pequeña puerta de hierro.
La presencia de cartelería explicativa, bastante deteriorada y solo en idioma español ilustra al visitante aspectos del urbanismo, la defensa, los aljibes y la necrópolis de este lugar.
En el complejo el yacimiento da una idea de abandono, de escasa aprovechamiento sea come una fuente única de información arqueológica, histórica y cultural.


Esperamos que en futuro se pueda apreciar todo el potencial de este yacimiento tan importante tanto por la comunidad de investigadores como por la comunicad local.
No obstante, si sois arqueólogos profesionales o amantes de la arqueología y de la historia y estáis en la zona no podéis perder la oportunidad de visitar este yacimiento único donde con toda tranquilidad podemos apreciar restos tan valiosos como los que se encuentran en el oppidium de Hornachuelos.
Si os gusta Extremadura y la arqueología podéis encontrar más entradas relacionadas con estas temáticas en el blog.
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Créditos Fotográficos:
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